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Mostrando entradas de 2008

"Feliz año nuevo".

Muy pocas veces tenemos la ocasión para analizar nuestro pasar, nuestro recorrido por los diversos senderos de la vida, memorar aquellos momentos de dicha y gozo con nuestros seres queridos y tal vez recordar aquellos episodios que no han sido muy gratos, pero en el fondo nos han hecho aprender y crecer como personas, tropiezos y alegrías que son capaces de cambiar nuestra existencia. Quizás sean detalles ínfimos, que en el transcurso de nuestra vida no los percibimos, pero que sin lugar a dudas han hecho de nuestro pasar un hecho trascendental en la vida de los demás; no obstante, si no ha sido así, aún es tiempo para reivindicarnos y hacer de nuestro transitar, un ameno momento en esta efímera vida que se nos es otorgada. Un año que se va, un año que se nos viene, año para recapacitar y escoger nuevas elecciones, nuevas experiencias de las cuales hemos de fortalecernos y salir triunfantes, año que se nos avecina tal vez difícil, pero que sin lugar a dudas nos traerá consigo un cúmul

"El arte del Responder".

¿Qué es la vida? Quizás aquello tenga un cúmulo de interpretaciones, pero está claro que la existencia y nuestro pasar terrenal está sujeto a cambios, algunos vertiginosos, otros más parsimoniosos; en fin, permutaciones que nos hacen percibir y responder ante las realidades que se nos presentan. Pero es aquí, en el arte del “responder”, donde muchos caen en el hálito fulminante de la vida, percibiendo el acontecer diario como un ente enmarañado que sólo ostenta adversidades, que nos confina en una perpetuidad de estados anímicos de abatimiento, repleto de aflicción y tristeza, los que desembocan innumerables veces en depresiones que son productos de la realidad en la que estamos inmersos; sí bien, la vida nos es ingrata, depende de nosotros el que ella nos sea más amena, es por ello que replico que “responder”, debe ser la manifestación de nuestro ser ante los diversos factores que enfrentamos, tanto aquellos externos, es decir, todo nuestro entorno, ya sea social, cultural, histórico

"Buscando la sintonía para alcanzar la sabiduría".

Hoy ha sido un día bastante fructífero en diversos aspectos, los que han desembocado de una u otra forma en pensamientos que me evocan mi anhelada labor y senda que comencé esta semana. Con aquella ávida expectación por querer comprender en mayor profundidad lo que me rodea, quise comenzar indagando en el saber de la compenetración con el entorno, no obstante, sé que el conocimiento lo puedo adquirir, pero sólo serán meras herramientas, ya que la sabiduría se debe alcanzar por nosotros mismos. Es por ello, que inicie mi búsqueda en los pensamientos de diversos literatos y filósofos destacados de la Historia Universal; que poseen aquel sentimiento apasionado, que los hace permanecer en sintonía con su yo interior y con lo exterior. Partiendo de la premisa trascendental que "para poder comprender lo externo, es necesario conocerse a si mismo", es que constantemente hago análisis introspectivos de mi diario vivir; para así de este modo poder avanzar en el primer escalón de aquel

Un encuentro con mi yo interior.

Todo acaeció como un día normal; estando en pleno momento de mis reflexiones diarias de okio u ocio, como han denominado los griegos a aquellos momentos del día dedicados al análisis intrapersonal, en los que en mi estado de insomnio; pude llegar a un encuentro profundo con mi yo interior, alcanzado una sintonía con mi nirvana, que me llevó a un cúmulo de cavilaciones que me forjaron el sendero para llegar a la siguiente premisa: “Todo es literatura”; la sustentación de aquella deducción, la hago en dos planteamientos de aparente paradoja ; “La vida es literatura” y la “Literatura es vida”; ¿a qué me refiero con esto?; que la vida es literatura, puesto que todo lo que percibimos, captamos y sentimos se puede plasmar en la retórica y a la vez la literatura es vida, ya que nos abre nuevos mundos como decía Vicente Huidobro; pudiendo crear objetos, seres y lugares inesperados e inexistentes, carentes de lógica alguna. Quizá aquello es cuestionable y lo más certero es que lo sea, sin e

Una valiosa amistad

La amistad es para algunos el compartir y apoyarse mutuamente frente a las adversidades y gratos momentos de nuestras vidas; para otros es simplemente un lazo que los une y que es muy fuerte pero frágil a la vez. Es decir, es tan valioso y resistente como el oro, pero en momentos de incertidumbre puede ser frágil y leve como suspiro de lluvia frente a la inmensidad del mar... Aquella noche de lluvia Pedro iba rápidamente calles tras calles desoladas camino a su casa, pero la borrasca no cesaba, más aún el viento y lluvia embestían con fuerzas a todo aquello que estuviese bajo las penumbras de la noche. Intentó buscar un refugio, pero no atisbó ninguno, mas no obstante, apresuró su caminar. Finalmente se topó con una plaza a la que se dirigió a pasos furtivos; estando en ella se resguardó bajo un árbol, esperando que la tormenta se apaciguara, mientras estaba a la espera comenzó a meditar en lo extenuante que había sido todo aquel día, en ese instante escucha sollozar la voz

Volar efímero en el ocaso de la lozanía.

Aquella tarde de otoño se conocieron, sintieron en su corazón una experiencia que jamás habían vívido, que los cautivó en una atmósfera propia de ternura y comprensión, ya que no bastaban más que gestos para entenderse mutuamente, parecía que se hubiesen conocido desde toda una vida. Pasaron incalculables instantes mirándose, detalle a detalle sus rasgos faciales, que eran perfectos para ambos, ella se veía reflejada en los ojos de él y Francisco en los de ella. Aquel momento marcaría sus vidas para siempre... Marisella se acercó tímidamente hacia él; Francisco contenía su respiración, ambos estaban cada vez más cerca, Francisco la abraza y ella se ruboriza, pese a ello, se dejó abrazar. Él la acarició en la mejilla y ella lo miró con los ojos del alma, besándolo apasionadamente; fueron instantes inmemorables, de aquéllos que se viven una vez. Marisella se apartó de él, Francisco la miró desconcertado. Ella se alejó vertiginosamente hacia la calle contigua; más aún

El Amor de una madre.

Madre, tú que fuiste la sonrisa de mi infancia, La joya más perfecta y de majestuosa elegancia Los años no envejecen tu dulce mirada. Iluminas mi camino Con la pureza que acaricia el fondo de tu alma Y reflejan las grandes virtudes y amor con que has vivido. Me esbozas el sendero cuando estoy perdido Intentarías todo por guiarme en el camino Abrazas mi espalda cuando tengo frío, Abres tu corazón para escucharme y aconsejarme cuando más lo necesito. Eres la más pura expresión de amor Frágil, alegre y cándida cómo la más bella flor Agradecimiento sería mísero Tan sólo amor es efímero Todo lo que quiero es entregarte mi cariño.

El desencuentro Español- Aonikenk.

En las lejanas costas del fin del mundo, en aquel océano que algunos denominaron Pacífico, el que sin lugar a dudas es el único de tan maravillosos horizontes, yacía el pueblo de los Aonikenk. Aquellas bandas cazadoras recolectoras, nómades, de hombres osados y mujeres fervorosas, que recorrían las llanuras patagónicas y costas del estrecho de Magallanes en sus rudimentos cotidianos de subsistencia; cazando Guanacos o Ñandúes, para lo que empleaban técnicas de cercado, inherentes a aquel conglomerado y asemejable a estratagemas de esfinges de Egypto. En plena captura uno de aquellos individuos divisó varios seres que poseían atuendos magistrales, distintos a cualquier otro que ellos hayan oteado con anterioridad, los que parecían forjados por dioses, pero lo que más les causó perplejidad, era que estos seres estaban constituidos por rasgos de humano y de bestia. No obstante, tras haber ocasionado tal anonadamiento, lo entes antropomorfos aprovecharon tal situació

Una mirada diferente al medio ambiente.

Desde el siglo XIX, la humanidad ha transformado la composición química del agua y del aire en la Tierra, ha modificado la fisonomía del propio planeta y ha alterado tanto nuestras vidas como la de los seres de nuestro ecosistema. ¿Por qué en este periodo de tiempo, se han generado cambios tan generalizados en el entorno? Quizás aquella pregunta y tantas otras como me las he formulado, nos lleven a comprender el por qué de la situación que vivimos en la contingencia. Existe un cúmulo de razones. Pero sin lugar a dudas, uno de los factores más notables es la utilización de los combustibles fósiles, los cuales han suministrado gran cantidad de energía a una población mucho mayor que en cualquier época anterior. En el año 1990, la humanidad utilizaba un importe de energía 80 veces superior a la que se usaba en 1800. La mayor parte de dicha energía procedía de los combustibles, como el petróleo, el carbón y gas natural, los cuales han contribuido a contaminar en gran medida. Pero existen o