Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación postrada en la melancolía. Escribo cuando vuelo en la noche oscura de mis pensamientos en ausencia de firmamento. Escribo para otros y para olvidarme de mí mismo. Escribo en la torre de marfil de mis ilusiones donde el porvenir es incierto. Escribo al amanecer cuando cae la noche y renace el ocaso. Escribo a sangre fría como un sicario enmudecido de cobardes letanías. Escribo con versos de medianoche y resabios del mañana. Escribo sobre la vida y la muerte, el amor y la melancolía. Escribo bajo la sombra de los poetas muertos y en el túmulo de sus memorias. Escribo junto a los poetas vivos de mi tierra que recrean mundos en agonía. Escribo al lado de gigantes sentados en hombros de enanos. Escribo porque si no hubiera escrito, hubiera muerto, y si muriera habría vivido. Porque si no tuviera un lápiz y un papel, e
El roce de tu piel acaricia mis pasiones. Se realzan mis sentires en tus vertiginosos latidos. Tus hombros me cautivan en su hombría destemplada. Atenazas mis muslos con tus manos temblorosas. Somos un solo espasmo de violento éxtasis. Hundidos en el placer de nuestros sentidos arrobados al amanecer. Copiapó, 7 de abril del 2024.